La Granadella es un gran espacio natural de más de 600 hectáreas. Tiene una amplia fachada litoral que se extiende desde el morro del Roabit (sudoeste) hasta la Cala de la Granadella (noreste) y una superficie interior marcada por los barrancos que desembocan al final de su recorrido formando la Cala. Desde el punto de vista natural, lo que caracteriza el paraje es su enorme riqueza botánica, con numerosas especies endémicas (existe una microreserva vegetal), mientras que entre la fauna destaca la importante presencia de aves de rapiña. También guarda un rico legado cultural representado en los abundantes testimonios de arquitectura tradicional agrícola (s. XIX-XX).