La bahía del Portitxol queda limitada por el Cap Prim al norte y por el Cap Negre al sur, que la protegen de los vientos del primer y segundo cuadrante. El tramo de costa comprendido por la bahía, junto con la cercana isla del Portitxol, es uno de los parajes de mayor interés ecológico y paisajístico de Xàbia. La composición geológica de esta bahía determina su particular fisonomía. Su parte norte está compuesta en su mayor parte por margas y arcillas, que contrastan vivamente con el resto del litoral de Xàbia, formado principalmente por rocas calizas. Las características de estos materiales, fácilmente erosionables, hacen que los acantilados de la bahía del Portitxol no alcancen una gran altura y presenten en su base una gran acumulación de bloques rocosos desprendidos a lo largo de la línea de costa. El colorido de los acantilados, de tonos grises y amarillos, contrasta con el azul del mar, dando lugar a paisajes de gran belleza. Dada la importancia de la vegetación de esta zona, el Gobierno Valenciano estableció en mayo de 1999 dos microreservas de flora en el Cap Prim y la cala del Portitxol o Barraca. En el extremo sur de la bahía el paisaje vuelve a cambiar debido a la composición caliza del Cap Negre, que presenta imponentes paredes verticales sobre el mar y donde es posible encontrar numerosas cuevas y grietas submarinas. Desde la cala de la Barraca la visión queda dominada por la isla del Portitxol, declarada Bien de Interés Cultural en octubre de 2018 por su valor patrimonial y paisajístico.
En esta cala de cantos rodados y guijarros es posible observar comunidades marinas de gran interés ecológico, como la formada por el alga parda Cystoseira mediterránea, claro indicador de la excelente calidad del agua.
Los senderos locales SL CV-97 y SL CV-98, que discurren desde el mirador de la Creu del Portitxol hasta el Cap Prim y la Cala Barraca respectivamente , integrados en la Red de Espacios Naturales de Xàbia, nos permiten adentrarnos en este espacio y descubrir sus hermosos paisajes y el litoral de Xàbia.